Sunday, January 29, 2012

De Sopa Maruchan


Vivimos en el mundo de las convicciones instantáneas, como de sopa Maruchan (calienta por tres minutos y listo!) y hasta la sopa Maruchan se queda más tiempo contigo (según algunos experimentos, cerca de 2 semanas).

El síndrome de Peter Pan, la paradoja de las decisiones, el miedo generalizado al compromiso, entre otros análisis que los estudiosos de los fenómenos sociales se han dedicado a publicar, permean en un mundo en donde las palabras y definiciones (me refiero a esto de definir las cosas como son) nos asustan y sin embargo nos hemos vuelto tan buenos con ellas que podemos usarlas interminablemente para atarantar a quien se deje sin necesariamente decir nada.

¿A qué voy con esto? Nos hemos vuelto cobardes ante el riesgo de elegir y al tener tantas opciones tan a la mano de la mayoría, dentro de cierto estrato claro, en vez de escoger algo y esforzarnos por conseguirlo, mantenerlo y hacerlo vida, al primer signo de dificultad le entramos a la catafixia, pasamos a lo que sigue y así consecutivamente, al fin que hay mucho de donde elegir, volviéndonos una sociedad absolutista y totalitaria, asustada de no tener la absoluta certeza de nada y donde estamos totalmente seguros de no saber que queremos o hacia dónde vamos y además en la mayoría de los casos nos zafamos con el clásico "ni me importa".

Pero ¿de verdad queremos seguir divorciándonos de nuestras convicciones por miedo al costo de oportunidad? (sí, aquí es donde cobra sentido haberte aprendido los términos de macroeconomía).

¿Cuándo fue la última vez que diste una opinión con convicción? ¿Cuándo fue la última vez que elegiste estar con una persona por convicción? ¿Cuando fue la última vez que te levantaste de tu cama y fuiste a trabajar convencido de que ibas a hacerlo con intención, por ganas de aportarle algo al mundo y no solo para hacer un poco de dinero?

Esta corriente de indecisión está afectando todos los aspectos de nuestra vida, tanto en hombres como en mujeres, estamos llenos de miedo al fracaso, pero lo que de verdad debería apanicarnos es no intentarlo, volvernos sopa instantánea, resultados de nuestras circunstancias. Debemos agarrar al toro por los cuernos, tomar las riendas de nuestra vida, salir, conquistar al mundo, encontrar la felicidad en las cosas que no son cosas, buscar logros espirituales, no materiales, no definir nuestras metas a partir de: quiero cambiar mi coche, quiero comprar una casa más grande, mejor pensar quiero conocerme más, quiero cuidar mi cuerpo, quiero hacer más ejercicio, comer mejor, fumar menos. Te aseguro que una vez que decidas dedicarle más tiempo a tu espíritu, a ser más firme en tus convicciones, exigir lo que si quieres en tu vida, y a deshacerte de lo que no, todo lo que quieres llegará, porque habrá espacio para lo que mereces pues te habrás parado del sillón de la comodidad y el facilismo, entonces de verdad habrás puesto a prueba todas tus capacidades, convirtiéndote en la mejor versión de tí mismo.

No comments:

Post a Comment