Sunday, February 12, 2012

De gente super cool: Pepe Villela



¿Recuerdan que hace como 2 años se cayó un camión de basura desde el segundo piso del periférico que aterrizó sobre un jetta rojo de un "joven estudiante de medicina"?

Bueno, este joven para mí ya no solo es el wey que salió en las noticias, ahora para mí tiene nombre y una vida, se llama Pepe Villela (25 años de edad) y tuve la oportunidad de conocerlo hace unos días en una plática que dio a las niñas de la escuela donde doy clases.

Quiero hacer este post por 2 razones muy importantes.

La primera es porque ¿qué tan seguido pasa esto? En buena onda, él lo dijo en su plática, "debo de ser el hombre con la peor suerte del mundo" porque cuál es la probabilidad de que te caiga un camión lleno de toneladas de basura desde el cielo, pff, para muchos esto sonaría tan raro como conocer a Super man pero a él le tocó y ahora Pepe está en una silla de ruedas (ahora después de mucho esfuerzo por pararse de una cama donde solamente podía mover del cuello hacia arriba, osea solo la cabeza).

La segunda es porque quiero hacer un homenaje a este tipo que es impresionantísimo porque lo que podría ser una historia de tragedia la ha convertido en una historia de superación, fortaleza y ganas de salir adelante. El hombre es todo un ejemplo de vida.

Después del accidente el diagnóstico para Pepe fue paraplejia. Terrible noticia.

Pepe estuvo varios meses internado en el hospital pues no solamente había quedado paralítico sino que además no podía respirar y su cuerpo se encontraba en muy malas condiciones, era muy probable que muriera, pero después de hacer un gran esfuerzo por volver a la vida él empezó a recibir mensajes. Seguro muchos fueron en Facebook y otros tantos a su celular, pero también hubo muchos que llegaron a las paredes de su cuarto en el hospital donde día a día hacía una lucha por sobrevivir ante su nueva condición. Uno de estos mensajes, como nos contó fue el que le dio ánimos para seguir adelante. El mensaje decía: "Nada puede pasarme que Dios no quiera. Y todo lo que él quiere, por muy malo que nos parezca, es en realidad lo mejor" –Santo Tomás Moro

Cuando Pepe se encontró con este mensaje entendió que Dios no lo había abandonado, sino que quería grandes cosas para él y de ahí se agarró para salir adelante. Pero este post no tiene intenciones de referencia religiosa y  para no hacer el cuento más largo después de mucho esfuerzo, terapias, visitas a muchos especialistas, muchos rezos y apoyo de sus familiares Pepe ha salido adelante, ahora ya terminó la primera parte de su carrera, ya es médico general, va a empezar el internado y tiene intenciones de especializarse en psiquiatría.

Ahora, creo que sobra decirlo, pero ¿por qué creo que Pepe Villela es una persona super cool?

Porque es una persona que te hace ver que los simples mortales todos los días de nuestras vidas nos estamos quejando de algo, que si el clima, el tráfico, la comida, que si ya subimos o bajamos de peso, que si tuvimos un mal día para el peinado, etc. Y él es una persona que se encarga de recordarnos lo afortunados que somos por el simple hecho de poder respirar o mover un pie enfrente del otro.

¡Gente! Hay que acordarnos de todo lo bueno que tenemos en la vida y ser más positivos y agradecidos con todo. 

Así, les dejo con dos frases de Pepe que me parecieron impactantes:

"A todos, en la vida, nos va a caer un camión encima, a veces en partes y a veces como a mí, entero, con todo y toneladas de basura, lo que tenemos que hacer es estar preparados para los cambios y para saberlos enfrentar con fortaleza y entereza, nadie tiene la vida comprada y los planes siempre cambian, siempre sigue tus sueños, aunque te caiga un camión encima, la adversidad es la sal de la vida".




 



"Dios en su infinita sabiduría no conectó los nervios de la cara a la columna vertebral y yo descubrí que esto es para que aunque no puedas mover tus brazos o tus piernas, siempre puedas sonreir y alegrarle el día a alguien." 




Thursday, February 2, 2012

De esas cosas que deberíamos traer en el chip

Apoco no les ha pasado que incurren en situaciones raras que terminan en algo completamente inesperado porque la lógica de la experiencia les diría lo contrario, o porque "no se me ocurrió". Esas cosas taaaaan simples que te sorprenden y conlcuyen con un: duh ¿cómo no sabía eso?

Pues esta sección estará dedicada a esas cosas que nos pasan en el día a día y que comentarlo puede ayudar al enriquecimiento licito para la sección de cultura general (sentido común- que como diría mi abuelita "no es el más común de todos los sentidos") de todo aquel lector de este blog, al cual invito a sumarle casos acá (Deja tu comentario).

¿Sabías que...

-Cada tipo de cafetera necesita un molido distinto de grano y en Starbucks te pueden moler tu café aunque no sea comprado ahí.

-Si usas papel de china y lo mojas con cualquier líquido, llámese resistol, agua, el café que se te cayó de la orillita de la taza, etc. este se despinta y quedará marcado en la mesa de madera para siempre.

-Si metes al micro "tantito" tu tarta de frutas que compraste ayer sólo para que se le quite "lo frío del refri" esta se desbaratará y todos los ingredientes se escurrirán y separarán y tu tarta quedará inservible para saciar el antojo que te llevó a sacarla del refri en primer lugar.

-Los champiñones no se lavan con jabón porque tienen propiedades esponjosas y lo absorben.
-No importa si escondes tu ipod o computadora adentro de tu coche abajo de la chamarra o debajo del asiento, los ladrones modernos de coches vienen equipados con detectores de "el campo magnético que irradian las baterías de litio".

-Si te traen una bebida flameante de cumpleaños a tu mesa, no te dejes llevar por la emoción del momento, espera al menos 10 segundos después de apagar la llamarada antes de darle el primer sorbo, aún con popote, de otro modo, te quemarás.
 
-Si haces ceviche (pescado cocido con limón, agregando cebollita, jitomate yotros  ricos ingredientes al gusto) aún  después de lavar tus manos muchas veces NUNCA debes tocar tus ojos. 







Wednesday, February 1, 2012

De autocontrol


El tic-tac del reloj me empuja a la locura mientras mi desesperación aumenta con cada grado que giran las manecillas. El tiempo señalado ya ha pasado hace más de dos horas. ¿Lo habrá olvidado? ¿Acaso perdió el número? Seguro se cayó el sistema. Mi mano se acerca al aparato con intención y la retiro con un impulso de autocontrol. Finalmente, la impaciencia me gana, empiezo a marcar los números grabados en mi memoria, uno a uno.

Primer tono, obviamente no contestará ahora. …Eternidad…

Segundo tono, no responde, tal vez sea su modo de decirlo sin palabras.

Un tercer timbrazo me arranca de mis pensamientos y aguzo el oído en la espera de una respuesta. Silencio….
¿Cómo llegamos a esto? Cuando todo parecía ir tan bien. Me empiezo a preguntar qué hice mal. Desde un principio parecían obvias sus intenciones. 

El sudor frío recorre mi espalda. Intento aclarar mi mente ordenando explicaciones y justificaciones.
2 timbrazos más, me prometo que no dejare que sean más.

Cada timbrazo se oye a kilómetros de distancia del siguiente.

Me dispongo a colgar. El sexto timbrazo me deporta de nuevo a la realidad, consulto el reloj y me parece una eternidad desde que comencé a marcar, pero las manecillas indican que solo han pasado un par de minutos.

Quiero colgar pero mi mano no responde, sostenida por la esperanza.

Contengo la respiración.

Comienzo a separar el auricular de mi oído cuando un ruido en la línea anuncia una respuesta.

“¿Bueno?” Escucho decir. 1….2….3 veces. 

¡Di algo, idiota! Pienso.

Siento que va a colgar. “Buenos días”, logro articular, cayendo en la cuenta de lo estúpido que eso suena a las 7 de la tarde. 

Presagio verbal de la tragedia a seguir.

Octubre, 2006